Descubren en un estudio de ADN cómo el hombre perdió las espinas del pene.
Fue hace millones de años por un cambio genético. Servían para asegurar la relación sexual y reducir la capacidad reproductiva con otros machos.
Los chimpancés aún las conservan, pero los hombres las perdieron hace millones de años. Un estudio de ADN de la Universidad de Standford explica que los varones tenían espinas en el pene, pero que las perdieron como parte de su evolución.
Tener espinas en el pene les traía a los hombres varios beneficios. El primero, aseguraban la relación sexual y reducían la capacidad reproductiva de la mujer con otros machos. Es que las espinas arrancaban parte de la piel vaginal y evitaban posibles encuentros amorosos con otros machos. Además, servían para retirar tapones de fluidos dejados por otros hombres para dificultar su acceso.
Los especialistas de Standford se centraron en unas partes del genoma que se conocen como ADN basura y que se pensaba que no tenían ninguna función.
Tras comparar al hombre con chimpancés y neandertales, los investigadores descubrieron que estos últimos parecen haber perdido los mismos interruptores genéticos que los hombres, "por lo que tampoco tenían espinas en el pene", aseguró Kingsley. Se trata de una parte del genoma que sí funciona en los chimpancés y por la que conservarían las espinas.
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